Romi-Etxea. Astigarraga, Gipuzkua. Sept. 2013
En Septiembre 2013, tuve i primera oportunidad de hacer un trabajo de verdadera necesidad. La casita iba a ser construido entre Astigarraga y Hernani, al lado de la autovía y entre medio de dos campamentos (tipo favela brasileño) de gitanos Rumanos.
El taller iba a ser de construcción natural- para que los Rumanos aprendieron a hacer casitas más estables, ecologicos y calientes. También se iban a construir dos edificios: uno hexagonal con estructura de madera y muros de paja. Iba a ser designado tipo «centro social» para actividades y cuidado de los niños. La segunda era un modelo de vivienda a base de módulos pequeños y sencillos de construir. La tercera objectivo era integración social entre Rumanos, gente local, profesionales y aficionados además de hombre/mujer.
la información
¡Hasta salimos en la tele!
Aquí, un pase de fotos con el día a día…
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Así estuvimos el último día.
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Marco Aresta- arquitecto y constructor
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la banqueta de la casita de Marco- Día 1
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Tuvimos 5 estudiantes y 3 profesores de una escuela de construcción convencional que decidieron asistir el curso
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Así que, ¡el primer día a hacer hormigón!
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Al final de del primer día.
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¡ves la auto-vía!
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Día 2: empezamos con calentamientos
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A desencofrar el hormigon, y luego a hacer bastidores y barro.
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Un grupo se puso a rellenar y nivelar neumáticos.
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encima de la banqueta, dos maderas paralelas marcan donde apoya el muro.
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otros meter los pies en la mása: profesionales en la construcción, rumanos, paletas del ayuntamiento de Hernani y alguna mujer vasca…
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Al final del segundo día, un masaje fue el colefón..
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Despertamos al escándalo. Algunos querían parar la obra porque estaba en el cauce del río. ¡como si el campamento Rumano no estaba más amenazada. ¡Si hay riada, la gente refugerán allí para salvars!
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«¿Yo? No sé nada. Todo está genial»
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…y preparamos para la primera hilera de balas (o fardos cómo dice Marco)..
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¡Y a poner balas!
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Marco estaba poniendo listones en diagonal a los bastidores
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y botellas enterados en arena en el suelo.
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Los bastidores se rellena con una mezcla de paja larga manchado con barro.
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en otro muro se rellenaba debajo de la ventana con ramas verdes doblados alrededor del bastidor
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El «Quinche» o «Pajareque» hace un muro con unos 15 cm de aislante.
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Luego se tapa todos los tableros y ramas con una mezcla de paja larga con mucho barro.
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se puede hacer ventanas con alambre de gallina y botellas, y muros «quinche» con palets reciclados.
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¡hola marco!
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Ya está rellenada el muro de ramas
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Aquí se está haciendo un muro de «paja encofrado». Es como un tapial, pero relleno con paja manchada con barro.
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Empezamos a comprimir la penúltima hilera, para meter la última a presión y así conseguir muros fuertes.
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Ya están tapadas con barro todos los listones.
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¡Cuantas balas! cuanta acción.
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Un descanso de vez en cuando es necesario…
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El noveno día. Un fuego se encendió en la pila de paja suelta que había debajo de la autopista. ¡que susto! Fue a la hora de comer- algunos niños «jugando»
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Menos mal que la pila de paja suelta estaba lejos de la obra.
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Ahorra la gente entendía porque ponía tanta empeño en recoger la paja suelta alrededor de la obra.
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Y nada… ahorra a currar otra vez. El suelo de la casita.
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demostración de revoco sobre paja. La imprimación hecho a mano.
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marco hacía revoques finos y pinturas
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Yo sonrío…cansada y agradecida. queda poco.
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El último círculo de compartires se hizo en una bodega de cidra.
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El mes siguiente se hicieron varios Auzolan (jornadas de trabajo comunitaria y voluntaria). Para acabar los revocos, suelo, tejado…
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Ahorra todos pueden participar.
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los niños les gustan también.
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El butilo del techo vivo.
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tierra
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desde la auto-vía se verá ajardinada.
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echando niveles para el suelo.
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alisando el suelo.
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Solo quedan detalles.